De pequeño esperaba ansioso los fines de semana. En primer lugar para librarme de las “obligaciones” del cole, pero sobre todo para disfrutar de “Sabados de super-acción”,
programación emitida por TV donde las películas de luchas de catch convivían armoniosamente con maquinas del tiempo, vampiros, extraterrestres , hombres lobo, momias, zombies y expertos karatekas, donde indiscutibles héroes y superhéroes de dentadura brillante recorrían peligrosas aventuras, siempre al borde del abismo y de las viscosas garras de algún ser ya repugnantemente mencionado. Aunque eso no importaba ya que sabía que el alivio llegaría con un buen trago a mi chocolatada y el beso a la chica guapa.
Harryhausen, Paul Naschy, Christopher Lee, Vincent Price, Bela Lugosi, Boris Karloff, George Romero… todos ellos y muchos más eran bienvenidos a la hora de la merienda.
Lunes. Bus-escolar, escuela primaria en la Bs As de los 80´s. Obligaciones gramaticales y matemáticas. Ciertamente, dibujo era mi clase preferida. Larga vuelta a casa, juguetes de época, chocolatada y el permiso necesario para devorar los “dibujitos animados”. Series animadas, cartoons, héroes barbaros, grandes robots con grandes poderes, seres de lugares remotos… bahhh todo lo que en esa década alimentase la imaginación de un pequeño-esponja ansioso de aprender a dibujar.
Varias chocolatadas, monstruos y cartoons mas tarde llegaron los COMICS. Arte secuencial a colores brillantes!!! SIN PALABRAS…
El pequeño fue creciendo. El adolescente se asomaba.
Colegio secundario, orientación artística, gran época y grandes maestros.
Fotografía, escenografía y serigrafías.
La música fue un gran aliado y alivio. Mi hermano mayor me mostró un nuevo pequeño-gran-mundo. La cultura del skate, la estética “trash” de los 80´s, el postpunk, la energía del hardcore, el powerpop, el comic mas underground y el arte en sus diferentes expresiones estaban allí esperando.